viernes, 11 de diciembre de 2015

Luís García Montero

Ayer asistí a una conferencia de Luís García Montero en la Facultad de Ciencias de la Información de Sevilla. Luego tuve la oportunidad de compartir con él una breve charla, la que me permitió la emoción del momento. Este tío es grande, os lo aseguro, tanto como su sentido del compromiso y su accesibilidad. Hoy repaso las notas que tomé y recuerdo algunas de sus frases. No hay nada más placentero en esto de juntar letras que el crecimiento personal continuo, seguir aprendiendo es el mejor látigo ante los propios orgullos y vanidades. Quien vaya de literato pensando que ya lo sabe todo, va listo. Gracias Luís García Montero, y gracias a la Universidad de Sevilla por abrirnos las puertas en estas clases magistrales. (La foto es de hace algún tiempo, ya no tengo esa carita de pipiolo)





domingo, 29 de noviembre de 2015

Los años de la ballena, de ida y vuelta

En estos días se cumple un año de la presentación de Los años de la ballena en Cataluña. 




Aquel fue un viaje hermoso por muchas circunstancias, pero sobre todo por el encuentro con buenos amigos y amigas. 

"A Curtis se le daba bien la moto. Las ruedas pequeñas de la Lambretta subían con nervio las calles en cuesta hacia el Tempul. Rubén se imaginó inmerso en una película italiana de los sesenta, entre paredes desconchadas y arriesgados conductores de Vespas en mangas de camisa. Ni siquiera el empedrado de alguna de las calles consiguió que Curtis aflojara el puño de la moto. "


Uno de los protagonistas de Los años de la ballena, Rubén, es un catalán que hace un viaje iniciático por Andalucía. 





 Y en estos días se está presentando una película con un viaje parecido pero en sentido contrario, de Sevilla a Cataluña. 




Rodada en localizaciones que disfruté en aquellos días.



Quien me iba a decir a mí que los lugares que fotografié en aquel viaje serían hoy el telón de fondo de una historia con tanto tirón.


Se ve que las historias interesantes tienden a conectarse de alguna forma. Que ustedes las disfruten.


domingo, 15 de noviembre de 2015

Paco Mateos y Los años de la ballena





En la presentación de Los años de la ballena del pasado día 30 de octubre en La Carbonería de Sevilla, además del buen hacer detallista, afable y poético de Maritxé Abad, organizadora del acto, contamos también con la presencia y la participación del polifacético poeta Paco Mateos, quien tuvo a bien regalarnos unas palabras y alguna cantiña de Cádiz. Hoy he recibido un cariñoso mensaje suyo que deseo compartir con vosotros:

"Antoñín. Leí tu novela en dos tirones y son tantas las emociones que suscita tu novela que hace tanto tiempo que no disfrutaba con un libro así. Consigues de manera magistral que ficción sea real llevando el misterio hasta un final sorprendente. Lindo homenaje a tu tierra gaditana tan hermosa. Muchas Felicidades. Un Fuerte Abrazo."

domingo, 1 de noviembre de 2015

Manual de instrucciones para hacer el regalo perfecto





Si todavía no has pensado en qué regalar a tu gente querida en las próximas fiestas, sigue cuidadosamente estas instrucciones:




1º Descarga gratuitamente Los años de la ballena haciendo clic en el regalo:




2º Una vez leída la novela, tras el lógico placer de haber vivido una aventura inolvidable, haz una lista con las personas por ti amadas a las que sabes que entusiasmaría esta lectura. Tómatelo con calma, utiliza varios folios si fuera necesario.



3º Haz el pedido de los ejemplares en papel haciendo clic en el regalo:






4º Una vez estén los libros en tu poder, elige el papel de regalo más adecuado a tus gustos, en Los años de la ballena no entramos en preferencias acerca de sus colores o dibujos. Tampoco damos instrucciones sobre qué día es más adecuado para hacer regalos, hay quien prefiere el día de Reyes y hay quien elije el día de Navidad. Como si decides regalarlo a tus jefes el día de la cena de empresa, allá tú.

Tendréis el éxito asegurado, os ruego no ser demasiado efusivos a la hora de los agradecimientos al autor, es demasiado sensible.


Nota: También puedes contactar directamente con el autor para su adquisición a través de facebook.





jueves, 29 de octubre de 2015

Teoría de cuerdas




El mundo es un entramado de cuerdas invisibles, como la que hace que un león mate a los cachorros de otro, o una hiena se acerque a una cría de antílope y ésta a las patas de su madre. Fuerzas invisibles como la que hace que una niña pierda su primera clase por entretenerse acariciando a un gatito mugriento bajo un coche, o como la que ejerce la miseria de un poblado boliviano sobre una joven novicia, o la que hace que mi perro abandone su siesta para acercarse a su plato, o que yo deje de escribir para asomarme al balcón, por si acaso tú pasaras. 

Una ballena en una carbonería



Mañana viernes presentaremos Los años de la ballena en La Carbonería de Sevilla. Un rincón emblemático de la cultura sevillana, lugar de encuentro de los amantes del flamenco, la poesía y la cultura en general. El acto será presentado por Maritxé Abad i Bueno, incansable poeta y hacedora de encuentros poéticos y entusiasta seguidora de esta ballena que no para. Si no estáis por Sevilla ese día, ya os contaré. Será en la calle Levíes 18, a las 20.00 h.

martes, 27 de octubre de 2015

Una ballena en Arcos de la Frontera

Pincha en la imagen para ver la noticia en la Web de Arcos de la Frontera.


Pocas poblaciones han generado tantos poetas insignes por metro cuadrado como Arcos de la Frontera. Pocas localidades tienen tanta magia en sus calles y monumentos, inspiración para cualquier mente sensible, y pocas veces he disfrutado tanto de un acontecimiento literario. El pasado jueves tuve la suerte de disfrutar de esa localidad en todas sus facetas en torno a Los años de la ballena. El acto de presentación tuvo lugar en la Capilla de la Misericordia y fue presidido por el Delegado de Cultura Daniel García Clavijo y el Dr. José Antonio Hernández Guerrero, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Cádiz y director del Club de Letras.

Y disfruté a pesar de que quedé abrumado por la calidad de los asistentes. La presencia de Pedro Sevilla, a pesar de estar en los preparativos de la presentación de su último libro de poemas Serán ceniza, de Antonio Murciano, Pepa Caro, María del Carmen García Tejera, María Dolores Galán y de tantas otras personas amantes de la literatura fue una responsabilidad para mí, pero también una muy agradable y enriquecedora experiencia. Muchísimas gracias por tu acogida, Arcos de la Frontera.




PRESENTADO EL LIBRO “LOS AÑOS DE LA BALLENA”, DE ANTONIO DÍAZ



martes, 20 de octubre de 2015

Chicuco

Foto: http://blogs.elpais.com/paco-nadal/2008/10/la-nostalgia-de-las-tiendas-bar.html


Marta, protagonista de Los años de la ballena, utiliza de vez en cuando expresiones y palabras muy localistas de la zona de Cádiz y provincia. Creo que no evitan seguir el hilo de la trama ni pone tropiezos en su lectura, pero a tenor de algunos comentarios de lectores/as, iré poniendo aquí algunas de esas palabras con su "traducción" correspondiente.

Chicuco: Dependiente de tienda de ultramarinos. 


"Mi padre desde pequeñita me llamaba chicuca. Eso era simplemente un diminutivo montañés, pero en la Isla todo el mundo se creía que eso significaba tendero o chico de los recados, o qué se yo, el caso es que los demás niños se chufleaban de mí por eso. “¡Marta, chicuca, dame un cuarto y mitad de azúcar!”, y oyendo esta cantinela me crié yo en La Isla."

Marta en Los años de la ballena

domingo, 18 de octubre de 2015

La mirada del otro


José María, colaborador de Limes Platalea, atento a la llegada de las espátulas.

En más de una ocasión he recibido el mismo comentario: “No conozco Cádiz y después de leer Los años de la ballena me he propuesto ir a conocer esa provincia”. Como comprenderéis, no hay mayor orgullo para alguien que ama a su tierra. Uno de los protagonistas de la novela que tienen la culpa de esos comentarios es Curtis, personaje jerezano que en 1976 ejerce de guía turístico por toda la provincia de Cádiz. En cierto momento, ante ciertas dudas de Rubén en la Plaza de Arenal de Jerez, le dirige estas palabras:

“- Mira, para tu tranquilidad, voy a explicarte una cosa. Antes me has dicho que soy muy buen guía y tienes razón. ¿Y tú sabes por qué lo soy? Pues porque yo no tengo dos ojos, tengo muchos. Si hay una cosa que me duele especialmente es el hecho de no enterarme de los atractivos de mi tierra, y la mejor forma de conocerlos bien es a través de los turistas, así que mientras ellos miran, observan, se emocionan, se disgustan, disfrutan… me apodero de sus ojos y miro a través de ellos. Es muy fácil, observas detenidamente sus reacciones y ellos te transmiten sus vivencias, así, sin darse ni cuenta. Como cuando tú mirabas a través de tu cámara y yo te observaba.  ¿Entiendes?”


¿Y por qué os cuento esto? Pues porque esa experiencia la vivo casi a diario, sobre todo desde que participo en el proyecto Limes Platalea. Por esa colaboración y por la coincidencia con personas de otros pagos, he podido comprobar su mirada hacia todo lo que nos rodea, esas cosas tan cotidianas que de tanto tenerlas presentes perdemos la perspectiva de su verdadero valor. Me encanta comprobar sus ojos de admiración, sus disfrutes, el brillo en sus miradas, y con un poco que rasque, consigo que me cuenten sus experiencias ante nuestras maravillas.



Con respecto a Limes Platalea, os puedo decir que el avistamiento de aves en esta zona se está convirtiendo en un valor tangible. En principio parecería que es una experiencia en solitario, como cuando llegamos a la torre antes del amanecer. A veces vemos el amanecer y otras nos "mira" él a nosotros, como parece que pasa en la foto de la derecha. 


Desde que voluntarios y voluntarias del proyecto se apostan en la Torre del Puerco para realizar el avistamiento, conteo y toma de datos del paso de las espátulas, están visitando aquél sitio multitud de aficionados procedentes del Reino Unido, Holanda, Alemania, Francia, Bélgica… 


Todos ellos cuentan maravillas de esta zona, de nuestros humedales, de la variedad y cantidad de aves, de su importancia en el paso hacia África, etc. Y no sólo eso, a esos comentarios añaden sus predilecciones culinarias, su admiración hacia los monumentos, vino, clima... o a veces, cuando los encuentros suceden en la puesta de sol, callan y disfrutan con la luz anaranjada iluminando sus rostros felices. Y de todo eso disfruto yo, como Curtis cuando observaba los gestos de Rubén por las calles de Jerez de la Frontera.



Porque ellos saben sacar partido a la oferta turística de la zona, como disfrutar de una puesta de sol o un amanecer en esta orilla.




La naturaleza de esta zona es mucho más rica de lo que imaginamos. Esta curruca cabecinegra es una muestra.







O esta bandada de moritos que pasó por la punta del boquerón hace unas semanas buscando los humedales de África.



O este camaleón que trepó por las ramas de un árbol ante nuestra presencia en Torre Bermeja.




O estos ibis eremitas, que vinieron en bandada a saludarnos a la misma Torre del Puerco. Un ave en peligro de extinción que nos está enseñando a darnos cuenta de que aún es posible recuperar especies haciendo las cosas bien. 



Y de vez en cuando, un bando de espátulas, motivo de nuestra presencia en la torre. 



Pero sin dejar de mirar al horizonte, hay tiempo para todo, como para saludar a esta simpática lagartija rayada. 




O a estos paseantes playeros. 



Hay muchos motivos...



para disfrutar...



de esta maravillosa tierra.




Y por todo eso y por mucho más disfruto tanto en mis vigilancias en la Torre del Puerco, porque por allí confluyen muchas maravillas que a veces nos pasan desapercibidas y que con frecuencia son otros quienes nos llaman la atención para que las disfrutemos, como esta tarabilla que nos vino a visitar esta semana. 

Y todo esto gracias a Rocío Palacio, la colaboradora que me informó sobre el proyecto Limes Platalea y a Javier Ruíz y Paco Hortas, coordinadores del mismo.

Y nada más, a disfrutar de lo que nos rodea, ojos abiertos y mente despejada, que seguro que tienes a tu alrededor alguna maravilla semiescondida.

jueves, 15 de octubre de 2015

Una ballena en Arcos

El próximo día 22 de octubre será un día muy especial para mí. Ese día presentaré Los años de la ballena en un hermoso escenario de Arcos de la Frontera, la Capillla de la Misericordia. Pero lo más especial de ese acto no será el lugar, siendo bello como es, ni la localidad, hermosísima y única también, sino la presencia en el mismo presentando el acto de una persona a la que admiro y respeto profundamente, el Dr. José Antonio Hernández Guerrero, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Cádiz y director del Club de Letras, y de Pedro Sevilla, poeta arcense con cuyas composiciones he descubierto la contundencia de lo entrañable. Si os apetece ver a un autor modesto e ilusionado disfrutar de una excelente compañía, no dudéis en pasaros por allí. 



miércoles, 14 de octubre de 2015

Una ballena en la sierra



Me encanta poner mi granito de arena en la labor de las bibliotecas públicas, por eso sé que disfrutaré como un bendito en este acto:

El próximo día 23 de octubre, viernes, celebración del Día de la Biblioteca en Alcalá de los Gazules con la presentación de Los años de la ballena. Si estás cerca ese día, espero que nos veamos allí.


lunes, 12 de octubre de 2015

Conquista, vergüenza y orgullo.





No estaría de más que hoy, día de celebraciones, leyéramos el final de texto que Neruda tituló La palabra:

"...Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras."

Pablo Neruda
Pincha en las fotos para oir el texto

domingo, 11 de octubre de 2015

Liberum ballaena

(Foto de www.soulpix.de)

Llegó el momento de soltar amarras, de dar total libertad a las letras que conforman la historia de Los años de la ballena. A partir de ahora y hasta final de 2015 navegará libre: puedes descargar totalmente gratis la novela en la plataforma Literanda, en cualquiera de los formatos y para los dispositivos que desees (ePub, Kindle, PDF).



Pincha en la imagen para la descarga gratuita:




miércoles, 7 de octubre de 2015

Los años de la ballena y sus derroteros



Que sepamos, Los años de la ballena ha navegado ya por tierras de A Coruña, Pontevedra, Cantabria, Barcelona, Burgos, Valladolid, Valencia, Alicante, Madrid, Murcia, Badajoz, Almería, Córdoba, Sevilla, Cádiz... y también ha dado el salto a Italia, Inglaterra, Estados Unidos y México. Cuando yo era pequeño me subía en la máquina de coser a hacer el caballito y mi madre solía decirme una frase que hoy repito yo a esta ballena: "¡Y no se cansa...!"

jueves, 10 de septiembre de 2015

Los años de la ballena en bibliotecas




Le he buscado un hogar a esta criatura. A partir de ahora vivirá en este palacete, aunque espero que tenga alguna que otra salida bien acompañada. Es la biblioteca municipal de Chiclana de la Frontera quien la acoge, como ya lo han hecho antes las de Benalup-Casas Viejas, Jimena de la Frontera, Medina Sidonia... Y lo harán las de San Fernando y la Universidad de Cádiz. Ya sabéis, a partir de ahora os toca dar un garbeo a estas ballenas, no vaya a ser que se aburran de estar encerradas.

sábado, 5 de septiembre de 2015

La ruta de la ballena

Desde hace algún tiempo se viene desarrollando una curiosa modalidad de turismo, el literario.

El Turismo literario, o viaje literario, es una modalidad de turismo cultural que se desarrolla en lugares relacionados con los acontecimientos de los textos de ficción o con las vidas de sus autores (Wikipedia)

En casi todas las ciudades podemos encontrar referencias y monumentos a autores o recorridos por los que discurrieron personajes de ficción: Una pensión de estudiantes del siglo XIX en Santiago para recordar La casa de la Troya, un huerto dedicado a Calixto y Melibea en Salamanca, una estatua de Ana Ozores en pleno centro de Vetusta -Oviedo para más señas-, un mausoleo de los amantes en Teruel... y no hace mucho que avispados empresarios del turismo nos ofrecen rutas muy actuales, como la que se puede recorrer por las calles de Estocolmo, la ruta de Millenium.

En algunas ocasiones me han invitado a emular estos paseos, a disfrutar de un recorrido por las localizaciones por las que se mueven los personajes de Los años de la ballena. Esa idea tan atractiva se materializó el pasado miércoles día 26 de agosto, pero debo reconocer que fue posible gracias al entusiasmo de Maritxé Abad, poeta y compañera del Club de Letras de la Universidad de Cádiz.





Mariló, José Luís, Javier, Maritxé, Mari, Loli, Lupi y Antonio en el andén de la estación de Jerez de la Frontera


La jornada comenzó con la bienvenida a Maritxé en la estación de Jerez de la Frontera, llegó desde Sevilla a las 8.45 h. Allí recordamos las primeras impresiones de Rubén al verse envuelto por primera vez en el ambiente jerezano del año 1976 en un lugar tan especial. Durante el recorrido leímos pasajes correspondientes a cada localización, éste fue el primero:



                     "Su llegada a la estación de Jerez le provocó una extraña contradicción. Había imaginado una ciudad muy distinta a la que veía en persona. Mientras el tren iba lentamente disminuyendo su velocidad, desde la puerta abierta del vagón, observaba todo cuanto se iba presentando ante sus ojos sin perder detalle. Creía haberse dirigido a una población pequeña, un pueblo casi, pero aquellas cerchas de hierro sujetando la inmensa cubierta, las hermosas paredes repletas de figuras pintadas sobre azulejos, los arcos mudéjares cubriendo cada una de las entradas al gran salón de viajeros, con un aire tan elegantemente andaluz, le daban la sensación de estar llegando a una mediana ciudad no tan pequeña y con una personalidad que le cautivó."




Maritxé, Javier y Antonio junto a los azulejos.



Junto a uno de los paños de azulejos sevillanos que adornan las paredes de la estación pudimos apreciar los detalles de la construcción de Anibal González, arquitecto que diseñó también la Plaza de España en Sevilla. Aquí podemos ver el nombre de la firma que fabricó los azulejos, Mensaque Rodríguez, del barrio de Triana, anécdota que se cita también en la novela. Allí recordamos también que con motivo de los juegos florales de 1916 en Sevilla, se fabricaron veinte placas de azulejos conmemorando los rincones sevillanos que se citan en las distintas obras de Cervantes. Estas placas pueden aún disfrutarse por las calles sevillanas, la más vista es la que está situada en la calle Sierpes. Se puede hacer un recorrido completo para disfrutarlas, para que veamos que lo del turismo literario no es algo nuevo. Si pinchas en la imagen de abajo podrás ver un interesante artículo sobre estos azulejos conmemorativos.




De allí nos dirigimos a una cafetería donde disfrutamos de un desayuno necesario, el día iba a ser muy completito. Desayunamos con la magnífica vista del edificio de la antigua Escuela de Relaciones Laborales. Sobre el mantel, preparado para ser desgranado a lo largo del día, Los años de la ballena.





La siguiente parada por el recorrido de Rubén fue la plaza de abastos. Allí leímos un párrafo de la novela y paseamos entre los puestos de pescados, frutas y verduras.





"Rubén se zambulló en el bullicio de la plaza de abastos con el dulzor en la boca de un higo chumbo y la fotografía en la mano mientras Curtis le precedía divertido. En poco tiempo se habían convertido en el centro de atención entre los puestos. Terminaron rodeados de alegres amas de casa con bolsas rebosantes de verduras y olor a pescado y especias."




Con Maritxé y José Luís frente al mercado.




Nos detuvimos un momento para disfrutar de los detalles de este edificio, El Gallo Azul. Curiosamente, fue diseñado también por el arquitecto Aníbal González.



La siguiente parada, un tabanco. El tabanco El Pasaje.




Allí, a pesar de la hora temprana, pudimos disfrutar de unos olorosos de la bodega Maestro Sierra. A excepción de Maritxé, que se encaprichó de un tonel con la etiqueta de "Amoroso", oloroso con un toque de Pedro Ximénez que la encandiló.



El lugar es uno de los más emblemáticos de Jerez. Allí se puede disfrutar de espectáculos flamencos mientras se saborea un buen vino. Espectáculos como el que se atrevieron a darnos La Lupi de Chiclana al cante, jaleada por Mariló, la Mare las Mónicas. 





 De nuevo acudimos a otro pasaje de la novela para ponernos en situación:

                     "Algunos de los presentes le dieron la bienvenida a viva voz y otros levantaron su copa en señal de saludo. Curtis pidió por los dos unos finos y unas aceitunas. Curro se les acercó con los dos catas en una mano y un trapo mojado en la otra con el que garabateó sobre la mesa. Curtis comenzó a explicarle a Rubén las particularidades de aquél curioso local cuando alguien entró por la puerta acaparando la atención de todos. Se repitió el proceso de saludos pero esta vez era evidente el entusiasmo de los presentes por el personaje. Nada más entrar se colocó en el centro del corrillo formado a su llegada. Curtis explicó a Rubén que se trataba de el Niño Luisa, un cantaor de fama.

- No te garantizo nada, pero si se anima es posible que tengas suerte. Algunas veces se arranca… y cuando se arranca ya no para. Este gitano tiene una voz que te coge delante y te peina patrás.

                     El Niño Luisa se acercó a la mesa para saludarles. Curtis hizo las presentaciones y se dieron la mano afablemente. Rubén se vio tan confiado y cómodo como para hacerle un comentario al artista.

  - Encantado de conocerte, Curtis me ha hablado de ti. ¿Nos vas a deleitar con una canción?

                     El Niño Luisa recorrió con su mirada a Rubén de la cabeza a los pies… luego de los pies a la cabeza… y terminó por hacer un breve comentario antes de dirigirse de nuevo al corrillo dándoles la espalda. De su boca grande y extrañamente hueca salió un vozarrón ronco, grave, sin apenas esfuerzo, como si su chorro de voz se le escapara sin querer.

- ¿Una cansión? ¿Tú te crees que yo soy Adamo? ¿De donde has sacao tú a este guiri, Curtito, hijo? ¡Curro, apúntame lo de esta mesa!"



De Jerez nos dirigimos a San Fernando. La primera parada, la portada de entrada al Arsenal de la Carraca. Allí leyó Maritxé un pasaje:


"Aquello me dio que pensar, si lo hubieran cogido los soldados lo sabría por Domingo porque yo estaba segura de que él hubiera hecho algo por mi marido, y por otro lado, si alguien de la Marina conocía los caños que rodeaban La Carraca era Manolo. Desde chico se había dedicado a mariscar por las marismas metiéndose en fango hasta las ingles, por sitios donde otros se hubieran quedado atascados. No me lo pensé y me puse a buscarlo por los esteros y salinas de por allí cerca..."




Siguiente parada, el Panteón de Marinos Ilustres. Antes de entrar se nos sumó Manolo, un excelente promotor y entusiasta de la novela, y que conste que no es porque sea mi hermano, que lo es. Luego tuvimos una agradable visita al panteón guiada por Sergio Torrecilla, historiador y magnífico guía. Lástima que la condición militar de estas instalaciones nos impidiera tomar fotografías. Sergio, con su habitual gracia y sin salirse ni un ápice de la importancia de los hechos que narra, consigue divertir y entretener al visitante, le da la vuelta a lo que en principio pudiera parecer un recorrido lúgubre y demasiado solemne. Os lo recomiendo, no os perdáis esta visita.

De allí, ya con el hambre pisándonos los talones, nos dirigimos a El Naca, a reponer fuerzas a base de comida típica de La Isla.




Una vez repuestos, disfrutamos de un paseo por el barrio de la Pastora, el callejón Croquer, y la calle Real, haciendo una parada en la casa del turco, lugar donde se sitúa la academia en la que estudia Domingo, el personaje de Los años de la ballena que llegaría a ser comandante de infantería de Marina en la Guerra Civil y protagonista de hechos que no conviene ahora desvelar si no has leído la novela. 



 Después entramos en el museo de San Fernando, haciendo una parada junto a los restos de Los Enamorados. No es un tema que se trate en la novela, pero me pareció una excelente oportunidad de disfrutar de este hallazgo tan importante teniéndolo tan cerquita.




                                       

Otra parada obligada fue la Iglesia Mayor. Desde allí mencionamos pasajes que se desarrollan enfrente, en el hotel Salymar (Solymar en la novela), y leímos unos párrafos:


"Mi madre, que Dios la tenga en su gloria, me arreglaba para ir a misa como si yo fuera una Mariquita Pérez, con mis lazos, mis tirabuzones, mis encajes… una monada vamos. Era la atracción de toda la Iglesia Mayor, a la que me llevaban mis padres. Te parecerá un ridículo detalle estético, pero eso fue lo que consiguió que yo, tan chica y tan poca cosa, saltara la barrera clasista que se levantaba entre, por un lado, los ricos, altos mandos de la Marina y demás clase alta de la ciudad, y por otro la clase obrera, la que no se merecía otra cosa más que agradecer a los primeros que les dejaran trabajar a sus órdenes o sentarse en los últimos bancos de las iglesias después de que ellos se hubieran acomodado."



Lupi junto a las cigarreras de la Cuesta de las Calesas

Tras un café en la cafetería de La Mallorquina, terminamos la ruta de la ballena en Cádiz. Allí recordamos las peripecias de Marta empezando por la Fábrica de tabacos y siguiendo por las calles del casco antiguo, donde leímos un pasaje en el que se despiden de esta ciudad en su huida, de la que tampoco quisiera desvelar demasiado, seguro que me comprendéis, ¿a que sí? Esta vez en el espacio "entre catedrales"



Debo reconocer que la visita a Cádiz se enriqueció sobremanera gracias a la aportación de Javier Miranda. El nos mostró detalles de edificios y nos explicó historias que nunca habríamos podido conocer sin sus explicaciones. 

Este reportaje es una breve crónica de la primera ruta de la ballena en la que no podría reflejar tantos detalles y lecturas que se hicieron. Fue un recorrido extenso y denso, pero que disfrutamos de principio a fin. Estoy seguro de que habrá más, aunque eso depende de vosotros. Por mi parte, estaré encantado de repetir, incluso de añadir nuevos atractivos al itinerario. Para alguien que ha creado personajes y situaciones, es una forma de dar más vida a esas creaciones, podéis imaginar cuánto he disfrutado de este paseo. 

Mi más sincero agradecimiento a Maritxé por hacer que me animara a preparar este recorrido, a Sergio Torrecilla por sus magníficas explicaciones en el panteón, a Loli, José Luís, Mari, Mariló, Manolo y Javier por su compañía y atención y a Lupi por hacer de reportera a la vez que nos acompañaba, las bulerías y fotografías son suyas. Nos vemos en la Ruta de la Ballena II.