jueves, 14 de julio de 2016

58




Cincuenta y ocho

Es tiempo de calor, chicharras y cereales recién segados. Cereal es una palabra derivada del nombre de la diosa Ceres, hija de Ops y Saturno. También es el nombre de una fundación que trabaja para la salud emocional en Venezuela, la Fundación Ceres. Su número de teléfono comienza por 58, porque 58 es el prefijo internacional de Venezuela, un país cuyo anterior presidente, Hugo Chávez, falleció a los 58 años de edad. País también muy unido a Cuba, cuya revolución se produjo en 1958. Ceres también da nombre al Cerio, elemento químico de símbolo Ce y cuyo número atómico es 58. El cincuenta y ocho (58), según Wikipedia, es el número natural que sigue al cincuenta y siete y precede al cincuenta y nueve. En 1958 se publicó en España, tres años después de haberse publicado en París, la novela Lolita de Nabocov, cuando su autor tenía 58 años de edad. Ese mismo año de revoluciones y Lolitas nació Prince en EEUU, y moriría dos meses antes de cumplir los 58. Sí, Lolitas, en plural, porque en el 1958 nació también Lolita, la hija de La Faraona. Y se ve que fue una buena añada, de buenos caldos artísticos, porque ese mismo año vinieron al mundo Madonna, Tim Robbins, Andrea Bocelli, Michael Jackson, Tim Burton, Andie MacDowell, Alec Baldwin o Michelle Pfeiffer. Si sumamos 1958 y 58 obtendremos 2016, con lo que este año cumplen 58 los nacidos en el 58. Chávez y Prince se fueron a esa edad y no sé si hay una edad adecuada para morir, pero sí sé que hacerlo a los 58 es irse demasiado pronto. Mi padre, Curro, nos dejó también a los 58. Fue un día como estos. Un día de julio de calor, chicharras y cereales recién segados.

Por cierto, hoy cumplo años, pero disculpad que no os diga cuántos, es que no me gusta hablar de mi edad.