El
pasado jueves, en San Fernando, disfrutamos de una tarde entrañable alrededor
de Los años de la ballena. Se trató de uno de los encuentros de la serie Café
con Autor, dirigido por Remedios López. Estos actos consisten en la lectura
previa de un libro por parte de las lectoras de un club de lectura y el
tratamiento posterior de los entresijos, sensaciones y emociones que la novela
ha aportado a cada una de esas lectoras, todo ello acompañado de un buen café y
unas riquísimas pastas, algo que se agradecía el pasado jueves, un día lluvioso
y frío que ayudaba al recogimiento y la búsqueda del calorcito humano.
Reme,
como buena anfitriona, comenzó dándonos la bienvenida transmitiéndonos la filosofía de total
independencia del Café con Autor con respecto al local donde se
desarrolló el encuentro, la sede del Partido Popular de San Fernando, algo que, aunque ya
dábamos por sentado, agradecí personalmente. Esta sensación la confirmé enseguida al percibir la variedad y riqueza de las asistentes a
través de sus preguntas, reflexiones y procedencias. Esta circunstancia, en una
sociedad que a veces nos resulta tan polarizada y crispada, me resultó
tan sabrosa como la misma merienda.
En
las muchas presentaciones y encuentros con lectores que he tenido con motivo de
esta novela, siempre me han sorprendido la cantidad de conclusiones
interesantes que se extraen de su lectura. A veces pienso que ya no puedo
sorprenderme más, pero este Café con Autor me demuestra de nuevo que la riqueza del debate de una novela la da la aportación de cada lector con sus vivencias particulares.
En esta ocasión no iba a ser menos. Desde el primer momento surgieron
interesantísimas preguntas sobre el proceso de creación, anécdotas sobre su
lectura, sobre el lenguaje utilizado por Marta, sobre los lugares recorridos
por sus personajes, el origen de las distintos pasajes, la veracidad de los
hechos históricos que se citan, etc.
Previamente
tuve miedo de no estar a la altura porque la tarde anterior había pasado por el
quirófano para una artroscopia de rodilla. Aún estoy convaleciente, pero ese
día no podía faltar a la cita. Entre Don Nolotil y yo formamos un buen equipo. El
debate nos enriqueció a todos. No hay nada como unir convivencia, respeto,
reflexión y literatura. Espero tener otra oportunidad para compartir de nuevo
tan buena experiencia con este grupo. Mi más sincero agradecimiento a Remedios
por su invitación, al Partido Popular de San Fernando por la cesión de su local
para esta actividad y a todas las lectoras participantes. Gracias de todo corazón.
Antonio Díaz González
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